domingo, 3 de febrero de 2008

PARA DARSE, HAY QUE POSEERSE

Por: Mabel Mejía

Querido joven: con el deseo de poner un grano de arena para que todo el mundo tenga el color esperanza, continuemos buscando orientaciones que te ayuden a vivir lo mas auténticamente posible, el hermoso desafío de la vida que estrenas: ¡Tu Juventud!

Los jóvenes de esta generación han crecido en una sociedad que busca desesperadamente la comodidad, la facilidad, una sociedad “Permisiva” donde todo `parece poderse negociar sin mayores dificultades: el honor, la salud, la calidad mora, el respeto a si mismo y a los demás.

Además muchos viven ya en la llamada “Sociedad de Consumo” , que comienza por ofrecer infinidad de bienes materiales, para terminar ofreciendo también el mal, como objeto de consumo , con recursos y medios tales como nunca antes se les es ocurrió a juventud alguna. No ha de extrañar que muchos caigan en la trampa.

En un primer momento de la Luna de Miel con el mal todo parece resultar.

Pero poco a poco, del fondo de la conciencia comienza a emerger primero un quejido y luego un grito irrefrenable: el joven comienza a abrir los ojos interiores, a darse cuenta de errores, y a convertirse en su propio y más implacable juez. “Hay caminos que parecen rectos pero al final son caminos de muertes”.

Asi termina para muchos la falsa pista del mal, bajo cualquiera de sus formas, sexualidad desorbitada, drogas, bebidas…

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